Cada aula tiene personalidades que la hacen memorable y distinta: esto hace que la enseñanza sea divertida y frustrante al mismo tiempo. Todos estos estudiantes agregan sabor al salón de clases, pero a veces pueden necesitar ayuda o estímulo para madurar en un área u otra.
A medida que enfatizamos una mentalidad de crecimiento en el aula, podemos apoyarlos en esto. Un estudiante que carece de habilidades de liderazgo puede necesitar ser alentado para expresar su opinión, o un estudiante que es demasiado competitivo puede necesitar ayuda para aprender cómo ser un buen deportista cuando se pierde.
Este es un enfoque para nuestros estudiantes, ya que trabajamos con ellos todos los días, además de que nos ayuda a relacionarnos con algunos de estos tipos de niños «estereotipados». Tenga en cuenta que esto no pretende burlarse de ningún alumno, sino reconocer que todos tenemos áreas de crecimiento. No queremos simplemente «enojarnos» con estornudos excesivos, mal humor o timidez; estos pueden ser signos de advertencia de otros problemas que debemos vigilar. La mayoría de las veces, sin embargo, estas pequeñas peculiaridades de nuestros estudiantes se vuelven entrañables con el tiempo.
Los Siete Enanitos del Aula
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